En clínicas y hospitales, algunos avisos informan a los pacientes que podrían asumir cargos adicionales si, durante una cita, comentan problemas distintos a los previstos. Aunque la intención es cumplir con la No Surprises Act, en vigor desde 2022 en Estados Unidos, nuevas investigaciones señalan que estas advertencias reducen la disposición de las personas a compartir síntomas o inquietudes relevantes.
El estudio, basado en experimentos con distintos grupos, reveló que quienes veían estos mensajes mencionaban con menor frecuencia malestares como dolor de cabeza, fatiga o molestias articulares. También se reducía la comunicación sobre enfermedades crónicas ya diagnosticadas, como hipertensión, diabetes tipo 2 o asma.
Consecuencias para la atención médica
La atención de calidad depende de un diálogo abierto entre paciente y médico. Expresar síntomas de forma temprana facilita ajustes en tratamientos, previene complicaciones y reduce gastos a largo plazo. Cuando una persona decide callar por temor a un cobro extra, se incrementa el riesgo de recibir un diagnóstico tardío y de enfrentar problemas de salud más graves.
Los investigadores identificaron que el formato del mensaje influye en la reacción del paciente. Avisos con letras resaltadas o subrayadas generan una percepción más dura y menos informativa, lo que puede intensificar la sensación de advertencia.
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Cómo equilibrar transparencia y confianza
Las instituciones de salud deben informar sobre posibles costos, pero sin sacrificar la confianza del paciente. Un lenguaje claro y respetuoso favorece que las personas se sientan seguras para hablar de cualquier síntoma. En este contexto, sindicatos y organizaciones defensoras de derechos laborales pueden contribuir a supervisar que las notificaciones sean precisas, y que el personal cuente con protocolos que prioricen la comunicación efectiva.
Informar sobre gastos no debería convertirse en una barrera para el diálogo. Una estrategia que combine mensajes bien diseñados con personal capacitado puede prevenir que los pacientes guarden silencio sobre temas que afectan su bienestar.
Con información de The Conversation.