La Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS) estima que el sector asegurador crecerá 3.2% al cierre de 2025. El impulso proviene principalmente de los seguros de gastos médicos mayores y del repunte en la venta de automóviles nuevos, que incrementa la demanda de pólizas obligatorias. La recuperación económica posterior a la pandemia y la mayor conciencia sobre la necesidad de protección patrimonial consolidan esta tendencia.
Las aseguradoras han fortalecido su presencia en plataformas digitales para acercar productos a segmentos antes desatendidos. La simplificación de trámites, la contratación en línea y el uso de herramientas de análisis de datos facilitan la personalización de coberturas. Estas medidas no solo mejoran la experiencia del cliente, también reducen costos operativos y permiten mayor competitividad en precios.
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Retos de cobertura y cultura financiera
México mantiene un índice de penetración de seguros cercano a 2.3% del PIB, por debajo del promedio regional. Este rezago refleja un desafío estructural: aumentar la inclusión financiera. Para revertirlo, las compañías impulsan programas de educación que promueven el valor de la prevención y la protección a largo plazo.
Nuevos nichos de oportunidad
El mercado observa áreas de crecimiento en seguros paramétricos frente a desastres naturales, coberturas de ciberseguridad para empresas y pólizas vinculadas al impacto del cambio climático. Estas soluciones responden a riesgos emergentes que requieren innovación en productos y estrategias de distribución más amplias.
La AMIS reporta que, al cierre de 2024, el sector asegurador alcanzó una recaudación superior a 800,000 millones de pesos, lo que coloca a México como el segundo mercado más grande de América Latina, solo detrás de Brasil.