En Estados Unidos, el posible cierre de gobierno federal no impedirá la dispersión de los pagos correspondientes al seguro social, aunque algunos trámites administrativos sí se verán limitados. Autoridades confirmaron que los beneficios a jubilados y personas con discapacidad cuentan con fondos asegurados, aun en caso de que el Congreso no apruebe a tiempo el presupuesto.
La Administración del Seguro Social informó que su personal esencial continuará trabajando para garantizar los depósitos, pero la suspensión de labores afectará solicitudes de reemplazo de tarjetas, actualización de registros y atención en oficinas locales. Además, trámites como nuevas inscripciones podrían enfrentar demoras importantes.
Seguro social bajo posibles afectaciones administrativas
El Departamento del Tesoro explicó que los pagos programados se procesan de manera automática, lo que asegura su continuidad. Asimismo, el Comité de Presupuesto del Congreso reiteró que la interrupción en otros servicios no pone en riesgo la solvencia del seguro social.
Por otro lado, especialistas en políticas públicas advirtieron que la incertidumbre legislativa genera preocupación en millones de beneficiarios. Del mismo modo, se destacó que retrasos en procesos administrativos podrían acumularse, afectando principalmente a nuevos solicitantes y a quienes requieren modificaciones urgentes en sus expedientes. En consecuencia, los analistas consideran necesario fortalecer mecanismos digitales que garanticen continuidad operativa.
Actualmente, el programa de seguro social atiende a más de 70 millones de personas en todo Estados Unidos, cifra que lo convierte en uno de los pilares del gasto público federal.