La circulación vehicular en México opera bajo un marco legal que exige responsabilidad financiera ante cualquier accidente. En este contexto, el seguro de auto dejó de ser una recomendación opcional para convertirse en un requisito indispensable para transitar en vías federales y en la mayoría de los estados. La finalidad es garantizar protección a terceros y reducir el riesgo económico que enfrentan conductores y víctimas en caso de siniestros.
El incumplimiento de esta obligación no deriva directamente en prisión, pero sí implica sanciones administrativas que pueden incluir multas y la inmovilización del vehículo. Además, cuando ocurre un accidente con daños a terceros y no se cuenta con seguro de auto, el conductor debe responder con su patrimonio. Si los daños involucran lesiones graves o fallecimiento, puede iniciarse un proceso penal por responsabilidad civil y delitos relacionados, lo que en ciertos escenarios sí podría derivar en cárcel.
Riesgos legales y financieros por no contar con seguro de auto
La normativa vigente establece montos mínimos de cobertura que deben incluir protección de responsabilidad civil. Sin esta póliza, los gastos médicos, reparaciones y compensaciones pueden superar con facilidad ingresos mensuales y ahorros personales. Asimismo, al involucrar a autoridades y ministerios públicos, la resolución de un siniestro se vuelve más lenta y compleja.
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El Instituto Nacional de Estadística y Geografía ha informado que alrededor de 7 de cada 10 vehículos en México aún circulan sin aseguramiento, lo que incrementa la carga económica de los accidentes viales y afecta la capacidad de respuesta de sistemas de salud y justicia.
