La inminente revisión del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), programada para 2026, comienza ya a delinear sus impactos en sectores estratégicos como el transporte de carga. México, al ser un actor clave en la cadena logística regional, se encuentra ante un escenario en el que los ajustes al tratado podrían redefinir tanto las condiciones operativas del transporte terrestre como los requerimientos asociados a las pólizas de seguro.
Uno de los ejes que se prevé más sensibles es el fortalecimiento de estándares laborales. Esto podría modificar los perfiles de riesgo para las aseguradoras que dan cobertura a empresas transportistas, especialmente si se integran nuevas normativas de cumplimiento o auditoría binacional. En consecuencia, las primas podrían incrementarse, ajustándose al nuevo panorama de responsabilidades legales y operativas.
El seguro de transporte, en la mira de los reguladores
En este contexto, expertos del sector anticipan una mayor presión para elevar los montos asegurados por unidad y robustecer las coberturas por pérdidas, daños o robo. A partir de agosto de 2025, aseguradoras como Quálitas y HDI ya han comenzado a analizar escenarios de rediseño en sus portafolios, considerando que las empresas exportadoras necesitarán adaptar sus pólizas para no quedar fuera de la cadena de cumplimiento comercial trilateral.
Asimismo, se prevé una mayor coordinación con los esquemas de supervisión aduanera y fiscal en frontera, lo que añade nuevos factores de riesgo que deberán ser integrados al análisis actuarial. Esto no solo implica nuevas cláusulas contractuales, sino también un rediseño del modelo de evaluación de siniestros.
