Contratar un seguro sin leer la póliza completa es más habitual de lo que parece. En México, esta omisión representa uno de los errores más costosos para asegurados de todos los perfiles. Ya sea en seguros de vida, salud, autos o vivienda, omitir la lectura integral de los términos y condiciones puede derivar en rechazos de cobertura, confusión ante siniestros y, en última instancia, la pérdida financiera del contratante.
El descuido silencioso en la contratación de seguros
La mayoría de los usuarios en México confía en el resumen verbal ofrecido por un agente o en la interpretación general del contrato. Sin embargo, la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (CONDUSEF) ha reiterado que los detalles importantes como exclusiones, periodos de espera y requisitos específicos de indemnización suelen estar escondidos en cláusulas particulares. Este tipo de desinformación no solo afecta la experiencia del usuario, sino que también incrementa la desconfianza hacia el sector asegurador.
Además, muchas personas dan por hecho que un seguro cubrirá cualquier situación relacionada con el bien asegurado, cuando en realidad cada póliza delimita claramente lo que sí y lo que no está cubierto. Este malentendido genera inconformidades que podrían evitarse con una lectura detallada. Por otro lado, algunos usuarios no actualizan sus datos ni notifican cambios en sus condiciones, lo que también puede invalidar futuras reclamaciones.
El conocimiento previo y preciso del contrato permite anticipar escenarios críticos. La industria aseguradora mexicana ha trabajado en mejorar la transparencia, pero sigue siendo responsabilidad del contratante revisar minuciosamente cada apartado del documento.
