Una disposición fiscal programada por el Servicio de Administración Tributaria (SAT) podría aumentar el costo de los seguros de autos en México a partir de 2026. Aunque el ajuste no modifica directamente los precios de las pólizas, impone un nuevo esquema de retención que podría incrementar los costos operativos de las aseguradoras.
La autoridad fiscal anunció que a partir del 1 de enero de 2026, todas las aseguradoras estarán obligadas a emitir comprobantes fiscales digitales (CFDI) por cada indemnización pagada en siniestros de autos. En estos documentos deberán registrar el monto entregado al asegurado, así como retener y reportar el Impuesto Sobre la Renta (ISR) cuando aplique.
Esta medida representa un cambio importante en la forma en que las aseguradoras gestionan sus pagos, ya que anteriormente este tipo de retenciones quedaban a cargo de los beneficiarios. Además, requerirá ajustes en los sistemas contables y administrativos de las compañías, lo que podría traducirse en un incremento en sus costos internos.
Impacto para aseguradoras y clientes
La Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS) ha manifestado preocupación ante esta reforma, argumentando que podría alterar la relación actual entre aseguradoras y asegurados, además de generar un efecto inflacionario en el mercado. El riesgo principal radica en que las aseguradoras opten por transferir estos nuevos costos al cliente final mediante un ajuste en las primas.
Por otro lado, el SAT justifica el cambio como parte de una estrategia de transparencia fiscal. La intención es mejorar el control sobre los ingresos obtenidos por indemnizaciones, muchas veces exentas de impuestos pero susceptibles de vigilancia. En consecuencia, los expertos recomiendan a las aseguradoras prepararse con tiempo para mitigar el impacto operativo.
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