La gestión del riesgo legal y reputacional vuelve a primer plano en Estados Unidos tras una nueva demanda vinculada al uso de contenidos protegidos para entrenar sistemas de inteligencia artificial. El caso involucra a un reportero del New York Times y a varias de las principales compañías tecnológicas del mundo.
John Carreyrou, periodista de investigación del New York Times y autor del libro Bad Blood, presentó una demanda federal en California junto con otros escritores. El reclamo acusa a empresas como Google, OpenAI, Meta, Anthropic, xAI y Perplexity de utilizar libros protegidos por derechos de autor sin autorización para entrenar chatbots comerciales.
Además, la acción legal marca un giro relevante al excluir el formato de demanda colectiva. Los demandantes buscan litigios individuales para evitar acuerdos globales que, a su juicio, reducen de forma significativa la compensación económica por cada obra afectada.
New York Times y el riesgo legal por entrenamiento de IA
El litigio se suma a una ola de disputas que reconfiguran el perfil de riesgo de las empresas tecnológicas. Desde la óptica aseguradora, estos casos presionan coberturas de responsabilidad civil, errores profesionales y riesgos cibernéticos vinculados a propiedad intelectual.
Asimismo, el antecedente más cercano se produjo en agosto, cuando Anthropic acordó pagar 1,500 millones de dólares para cerrar una demanda colectiva similar. Los nuevos demandantes cuestionan ese esquema al considerar que la compensación individual resultó marginal frente a los límites establecidos en la legislación estadounidense.
Este escenario obliga a aseguradoras a revisar exclusiones, sublímites y primas asociadas al uso de datos para modelos de lenguaje.
Impacto en aseguramiento y gobernanza tecnológica
El caso también expone desafíos de gobernanza interna, control de proveedores de datos y trazabilidad de contenidos utilizados en el desarrollo de IA. Para el mercado asegurador, estos factores inciden directamente en la suscripción de riesgos tecnológicos avanzados.
En consecuencia, las empresas enfrentan mayores exigencias para demostrar cumplimiento normativo, controles de origen de datos y protocolos de mitigación de reclamaciones. En 2025, las demandas por derechos de autor vinculadas a IA superaron las 30 acciones activas en tribunales federales estadounidenses, incrementando la presión sobre pólizas de responsabilidad tecnológica.
