Los hogares mexicanos enfrentan un periodo crítico durante diciembre, cuando las celebraciones familiares y el uso intensivo de pirotecnia, luces navideñas y veladoras incrementan significativamente el riesgo de siniestros. Este 2025 no ha sido la excepción. Tan solo en la Ciudad de México se han reportado 360 incendios del 1 al 24 de diciembre, cifra que supera ampliamente los 280 registrados en todo el mismo mes del año anterior.
Además de los incendios, se han documentado más de 500 fugas de gas, 300 cortocircuitos y cerca de 150 accidentes por pirotecnia. Estos datos reflejan una realidad alarmante: la temporada decembrina concentra un número desproporcionado de emergencias domésticas, muchas de las cuales podrían tener un impacto financiero severo si la vivienda no cuenta con un seguro adecuado.
Cobertura ante riesgos crecientes y baja penetración aseguradora
El seguro de hogar ha ganado relevancia como herramienta clave de prevención y protección patrimonial. Coberturas contra incendio, explosión, daños eléctricos o incluso responsabilidad civil ante terceros se vuelven cada vez más necesarias frente a estos escenarios de alta vulnerabilidad.
Por otro lado, el bajo índice de contratación sigue siendo una barrera crítica. De acuerdo con cifras del sector asegurador, solo 8% de los hogares mexicanos tiene un seguro contra daños. Esta brecha entre necesidad y cobertura efectiva refleja una oportunidad estratégica tanto para aseguradoras como para instituciones financieras.
Los especialistas coinciden en que el reto está en fomentar una cultura de prevención basada en educación financiera y acceso a productos flexibles. Mientras tanto, el aumento en siniestros actúa como catalizador para que más familias consideren la protección de su vivienda como una prioridad.
