Conducir sin protección financiera adecuada representa un riesgo elevado para conductores y terceros en las principales ciudades de México. En Ciudad de México, la normativa de movilidad exige que todo vehículo particular cuente con una póliza de responsabilidad civil vigente para poder circular. Esta obligación se consolida como una medida de interés público que busca asegurar atención inmediata y cobertura mínima en caso de accidente.
No presentar el documento al momento de una inspección puede derivar en sanciones económicas. La multa se calcula con base en la Unidad de Medida y Actualización y puede oscilar entre 20 y 40 UMA, lo que representa un aproximado entre $2,262 y $4,525 pesos, dependiendo de la determinación de la autoridad. Este monto puede incrementarse si se acumulan otros conceptos derivados de la infracción.
Seguro de coche y verificación de la autoridad
La cobertura obligatoria tiene como objetivo garantizar la reparación de daños ocasionados a terceros, ya sean materiales o personales. Ante la ausencia de una póliza vigente, la autoridad registra la falta y emite una boleta de infracción. Sin embargo, existe la posibilidad de cancelar la multa si el propietario presenta la póliza activa dentro de un plazo definido.
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Relevancia para la seguridad financiera del conductor
La contratación de un seguro de coche básico permite reducir la exposición a gastos inesperados. Además, portar la póliza actualizada agiliza la atención en caso de percance y fortalece la cultura de responsabilidad vial. Por otro lado, la cobertura adicional a daños propios o asistencia legal puede marcar una diferencia significativa en accidentes con consecuencias mayores.
Según datos divulgados en agosto de 2025, solo tres de cada diez vehículos en México cuentan con alguna forma de aseguramiento activo.
