El mercado asegurador mexicano ha comenzado a incorporar con mayor fuerza productos financieros híbridos que combinan protección con acumulación de capital. Uno de los más relevantes por su versatilidad es el seguro con ahorro, también llamado seguro dotal o de inversión, que permite generar un fondo mientras se mantiene una cobertura en caso de fallecimiento.
Este tipo de seguro ha cobrado protagonismo entre perfiles jóvenes y familias que buscan herramientas de planificación a largo plazo. Aunque su naturaleza es dual, no debe confundirse con una inversión pura. Las aportaciones periódicas que realiza el titular se destinan parcialmente a la prima del seguro de vida y parcialmente a una reserva que, al término del contrato, puede recuperarse junto con los intereses generados.
¿Qué considerar antes de contratar un seguro con ahorro?
Contratar un seguro con ahorro exige revisar varios factores clave: la duración del contrato, los montos mínimos de aportación, las condiciones de retiro anticipado y, sobre todo, la tasa garantizada frente a la esperada. A diferencia de instrumentos como los fondos de inversión, estos seguros suelen ofrecer rendimientos modestos, pero estables y libres de volatilidad.
También es importante verificar si el seguro incluye coberturas adicionales, como invalidez o enfermedades graves, lo cual puede modificar significativamente el costo final. Por otro lado, muchas pólizas ofrecen beneficios fiscales, como la deducción en el ISR bajo ciertos esquemas del artículo 185 de la Ley del Impuesto sobre la Renta.
Los seguros con ahorro han crecido 5.7% anual en número de contrataciones, de acuerdo con la Comisión Nacional de Seguros y Fianzas (CNSF), con datos actualizados hasta noviembre de 2025. Este aumento refleja una tendencia de mayor conciencia financiera y búsqueda de herramientas que combinen previsión y rendimiento moderado.
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