Tesla expone nuevos retos de riesgo para seguros de autos

Tesla y sistemas de puertas electrónicas que influyen en la evaluación de riesgos y seguros de automóviles
Tesla expone nuevos retos de riesgo para seguros de autos

La seguridad vehicular entra en una nueva etapa con la expansión de sistemas electrónicos avanzados. En Estados Unidos, los recientes incidentes relacionados con Tesla y el funcionamiento de sus puertas eléctricas reabren el debate sobre riesgos operativos que impactan directamente a los seguros de auto.

Diversos propietarios reportaron dificultades para abrir las puertas tras fallas de energía, incluso en situaciones de emergencia. Estos eventos generaron inquietud entre asegurados, arrendadoras y plataformas de transporte, donde la evacuación rápida del vehículo forma parte del análisis de riesgo.

La situación adquiere relevancia para el sector asegurador, ya que la incapacidad de salida en un siniestro puede agravar lesiones, elevar costos médicos y aumentar reclamaciones por responsabilidad civil. Además, los asegurados comenzaron a adquirir herramientas de escape, como rompecristales y adaptadores manuales, para mitigar riesgos no contemplados originalmente en la póliza.

Tesla y la evaluación del riesgo asegurado

Las puertas electrónicas, símbolo de innovación, dependen de baterías de bajo voltaje que, al fallar, desactivan los sistemas de apertura. Aunque los vehículos incluyen mecanismos manuales, su ubicación poco visible complica su uso bajo estrés. Este factor obliga a las aseguradoras a revisar criterios de suscripción, exclusiones y primas en modelos altamente digitalizados.

Asimismo, reguladores de seguridad vial analizan si estas características constituyen defectos que deriven en llamados a revisión. Para las aseguradoras, cada ajuste técnico modifica la siniestralidad esperada y la severidad de los reclamos.

Impacto operativo en pólizas y reclamaciones

El creciente uso de Tesla en flotas de transporte y alquiler amplifica la exposición. Pasajeros y conductores demandan mayor claridad sobre protocolos de emergencia, mientras las aseguradoras enfrentan escenarios donde un siniestro menor puede escalar por fallas de diseño.

En consecuencia, el sector observa con atención la evolución regulatoria y las decisiones del fabricante. Más de cien quejas formales ante autoridades de seguridad impulsaron investigaciones técnicas, un factor que influye en reservas, deducibles y condiciones contractuales.

La gestión del riesgo automotriz avanza hacia una revisión más profunda de sistemas electrónicos, donde la innovación debe equilibrarse con la capacidad real de respuesta ante emergencias.

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