El mercado asegurador en México se encamina a un ajuste relevante que impactará directamente a los consumidores. Un cambio fiscal aprobado recientemente modificará la forma en que las aseguradoras absorben el IVA ligado a siniestros, lo que eliminará un beneficio histórico para el sector.
La reforma establece que las compañías ya no podrán acreditar el impuesto pagado en reparaciones, indemnizaciones y servicios relacionados con los seguros. Esta modificación incrementa el costo real de operación y reduce el margen financiero con el que hoy funcionan las pólizas vigentes.
Este nuevo escenario se da en un país donde la penetración del seguro sigue siendo baja frente a economías comparables. La combinación de presión fiscal y costos inflacionarios plantea un reto adicional para el crecimiento del sector, especialmente en ramos como autos y gastos médicos mayores.
Impacto fiscal en el mercado asegurador
El diagnóstico del sector indica que el ajuste al IVA derivará en incrementos graduales en las primas. Las estimaciones apuntan a alzas que podrían ubicarse entre 10 y 20 por ciento a partir de 2026, una vez que las aseguradoras ya no puedan absorber internamente el impacto fiscal.
El aumento responde a una realidad operativa. Cada siniestro implicará un gasto mayor al no existir acreditamiento fiscal, lo que obliga a revisar el precio final de las pólizas para mantener solvencia y reservas técnicas.
En noviembre, el debate ya no se centra en si habrá incrementos, sino en su magnitud y velocidad. La reforma fiscal representa uno de los cambios estructurales más relevantes para el seguro en los últimos años y podría afectar la contratación en un mercado que aún busca mayor cobertura social.
Actualmente, el sector asegurador mexicano representa alrededor de 2.6 por ciento del PIB, una cifra que dimensiona la relevancia de este ajuste fiscal en la economía y en millones de asegurados.
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