Asegurar una obra de arte o una joya valiosa ya no es un lujo excéntrico, sino una necesidad cada vez más reconocida entre las familias mexicanas de alto poder adquisitivo. La tendencia ha cobrado fuerza en los últimos años, reflejando un cambio de mentalidad que prioriza la protección del patrimonio tangible frente a riesgos como robos, desastres naturales o pérdidas accidentales.
El sector asegurador ha detectado un incremento en la contratación de pólizas específicas para bienes culturales y de lujo, en particular desde 2023. Este crecimiento se asocia directamente con una mayor conciencia del valor real de estas posesiones, muchas veces heredadas o adquiridas como inversiones de largo plazo. Firmas especializadas reportan un alza de entre 25% y 30% en solicitudes de cobertura para este tipo de activos, sobre todo en zonas como Ciudad de México, Monterrey y Guadalajara.
Seguros para arte y joyas: una cobertura en expansión
El perfil del cliente que busca asegurar su colección de arte o joyería ha evolucionado. Ya no se trata exclusivamente de grandes coleccionistas o casas de subastas, sino también de familias que integran piezas de alto valor en su patrimonio familiar. Los seguros patrimoniales adaptados a este segmento ofrecen protección contra daño físico, pérdida, robo y deterioro por transporte o exposición, lo que ha fortalecido su demanda en contextos tanto residenciales como empresariales.
La inclusión de peritajes especializados y el seguimiento técnico del estado de conservación son ahora parte integral del servicio. De igual manera, los costos son más accesibles de lo que se suele imaginar: las primas pueden representar entre 0.5% y 2% del valor total asegurado, dependiendo del riesgo y la ubicación del bien.
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