El mercado asegurador de Corea del Sur enfrenta una presión creciente mientras el fraude en auto insurance continúa expandiéndose a pesar de los ajustes regulatorios implementados desde noviembre de 2025. La tendencia consolidó un escenario complejo para las aseguradoras, que lidian con costos técnicos al alza y esquemas ilícitos cada vez más estructurados.
El Servicio de Supervisión Financiera reportó que el fraude detectado alcanzó 570 mil millones de wones durante el último año, cifra que confirmó el avance constante del fenómeno. Del mismo modo, el organismo destacó que las prácticas incluyen montajes de accidentes, reclamaciones infladas y participación de redes organizadas que buscan burlar los controles institucionales.
Auto insurance y expansión de esquemas sofisticados
El peso del fraude vehicular dentro del total de irregularidades llegó a 49.6 por ciento en 2023, lo que convirtió a este segmento en un foco prioritario para los supervisores surcoreanos. También crecieron los costos asociados a litigios y verificaciones técnicas, impulsados por la revisión de siniestros menores que derivan en reclamaciones de alto impacto financiero.
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Las autoridades fortalecieron la colaboración con la policía, la Agencia Nacional de Tránsito y la Asociación de Seguros Generales de Corea para intercambiar información mediante nuevos canales operativos. En consecuencia, el uso de análisis avanzados para reconstrucciones de accidentes y la revisión de grabaciones en casos sospechosos formará parte del esquema de supervisión ampliado.
El aumento en prácticas fraudulentas se refleja en primas más altas, ya que las pérdidas generadas elevan los índices de siniestralidad. De igual manera, los costos de detección y procesos legales presionan las tarifas que pagan los asegurados legítimos. Al cierre del año anterior, el organismo estimó un costo relacionado con fraude cercano a 22 mil wones por vehículo, resultado de comparar los casos detectados con los 21 billones de wones pagados en primas por los asegurados.
