Cambio climático: factor multiplicador de los desastres naturales globales

Visualización de un desastre natural causado por el cambio climático en España
Cambio climático: factor multiplicador de los desastres naturales globales

Los fenómenos meteorológicos extremos ya no son eventos esporádicos. Hoy forman parte de una nueva normalidad global, marcada por la aceleración del cambio climático y su impacto directo en la frecuencia e intensidad de los desastres naturales. En países como España, el incremento de olas de calor, incendios forestales y lluvias torrenciales plantea desafíos cada vez más complejos para la resiliencia urbana, la planificación territorial y la sostenibilidad económica.

El cambio climático amplifica el riesgo natural

Según datos del último informe de la AON, solo en los primeros seis meses de 2025 se registraron 210 eventos climáticos severos a escala mundial. De estos, al menos 20 provocaron pérdidas económicas superiores a los 1.000 millones de dólares cada uno. España, con su combinación de clima mediterráneo y alta densidad poblacional costera, figura entre los países más expuestos a los impactos del calentamiento global. Además, un estudio del Consorcio de Compensación de Seguros revela que los fenómenos catastróficos causaron en el país más de 1.250 millones de euros en pérdidas aseguradas durante el último año fiscal.

Del mismo modo, la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) ha confirmado un aumento sostenido en la duración e intensidad de las olas de calor desde 2023. Este fenómeno, junto con la desertificación de áreas agrícolas y el estrés hídrico, pone en jaque tanto a la economía rural como a los sistemas de protección civil.

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Desastres naturales: foco estratégico para la adaptación climática

La gestión del riesgo de desastres se ha convertido en un componente estratégico para la planificación de infraestructuras, políticas de seguros y toma de decisiones gubernamentales. No solo se trata de mitigar los efectos, sino de anticiparse con modelos predictivos cada vez más sofisticados. Instituciones financieras y aseguradoras están ajustando sus modelos de exposición al riesgo climático, mientras organismos como la ONU alertan sobre un futuro con eventos climáticos más imprevisibles y costosos.

El dato más reciente publicado por la Organización Meteorológica Mundial indica que, desde agosto de 2025, la temperatura media global ha superado por cinco meses consecutivos el umbral de 1,5 °C respecto a niveles preindustriales. Esta tendencia refuerza la urgencia de políticas públicas ambiciosas que integren ciencia climática, cobertura financiera y resiliencia territorial.

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