La Condusef señala que seis de cada diez mexicanos no cuentan con seguro de vida, lo que representa un vacío crítico en la planeación financiera nacional. Este dato refleja la vulnerabilidad de millones de familias frente a imprevistos que pueden afectar de manera directa su patrimonio.
Las pólizas de vida funcionan como un respaldo económico inmediato en caso de fallecimiento o accidente grave. Además, se han transformado en instrumentos flexibles que ofrecen desde coberturas básicas hasta planes con ahorro y beneficios complementarios.
El precio continúa siendo un factor decisivo, ya que gran parte de la población percibe las primas como inaccesibles. Sin embargo, existen productos ajustados a distintos perfiles de ingreso que permiten ampliar la cobertura a más sectores. Otro obstáculo es la falta de conocimiento.
La AMIS ha documentado que muchas personas confunden el seguro de vida con un plan de retiro, lo que limita la toma de decisiones informadas. Una asesoría adecuada resulta indispensable para evitar esta confusión y aprovechar las ventajas que cada esquema ofrece.
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Perspectiva empresarial y social
Cada vez más empresas incluyen seguros colectivos como parte de sus beneficios laborales, fortaleciendo la retención de talento y la percepción de seguridad entre sus colaboradores. Para las familias, contar con este respaldo significa la posibilidad de mantener estabilidad económica en situaciones críticas.
Inversión estratégica
Un seguro de vida trasciende la visión de gasto y se posiciona como una herramienta de planeación patrimonial. De acuerdo con la AMIS, en 2023 las aseguradoras pagaron más de 163 mil millones de pesos en indemnizaciones, cifra que confirma su impacto real en la economía mexicana.
