La estabilidad financiera de millones de familias en Estados Unidos enfrenta un punto crítico ante la posible expiración de los subsidios federales que hoy reducen el costo del seguro médico. De no renovarse, los incrementos comenzarían en 2026, impactando de manera directa la economía de los hogares que dependen de estas ayudas para acceder a cobertura de salud.
Los subsidios actuales se implementaron como medida de alivio tras la pandemia y han permitido que las primas mensuales sean más accesibles. Si el Congreso no aprueba su extensión antes de finalizar 2025, los precios podrían aumentar en promedio 18 % a partir de enero de 2026, de acuerdo con proyecciones de consultoras especializadas. Esto afectaría especialmente a trabajadores independientes y familias de ingresos medios que no cuentan con seguro a través de un empleador.
Impacto económico en el seguro médico
El seguro médico, considerado un gasto prioritario en la planificación financiera familiar, podría transformarse en una carga más pesada. Según datos actualizados en septiembre de 2025, más de 13 millones de estadounidenses perderían acceso a subsidios y enfrentarían incrementos anuales de hasta 2,400 dólares en sus pólizas. En consecuencia, se estima una reducción en la tasa de asegurados y un aumento en la dependencia de servicios de emergencia, lo que presionaría los costos generales del sistema de salud.
Además, la incertidumbre legislativa complica la toma de decisiones tanto para aseguradoras como para consumidores. Las compañías necesitan definir tarifas con meses de antelación y, sin una señal clara del Congreso, el mercado enfrenta un panorama de volatilidad.
Por otro lado, la Asociación Nacional de Comisionados de Seguros advirtió que una disminución en la participación de asegurados podría elevar las primas en el mercado individual, ya que el riesgo se concentraría en un grupo más reducido.
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