Un descenso sostenido en la intensidad de las tormentas en Estados Unidos y la moderación de los daños por incendios forestales en Europa han contribuido a una caída significativa en las pérdidas económicas globales por catástrofes naturales durante 2025. Según Swiss Re, estas pérdidas alcanzaron los 250.000 millones de dólares, lo que representa una disminución del 30% respecto a los 353.000 millones registrados el año anterior.
Este ajuste responde en gran parte a una temporada de huracanes menos activa en el Atlántico norte, así como a una reducción de siniestros meteorológicos de alto impacto en el primer semestre del año. En Estados Unidos, el país históricamente más afectado por este tipo de eventos, la factura por catástrofes naturales fue de 115.000 millones de dólares, una cifra que se mantiene elevada en comparación con la media de la última década, pero notablemente inferior a la de 2024.
Aseguradoras frente al nuevo panorama de riesgo
El informe también estima que los daños cubiertos por seguros en todo el mundo fueron de 100.000 millones de dólares, con Estados Unidos concentrando más del 60% de ese monto. El terremoto de febrero en Japón, con un costo asegurado estimado de 9.000 millones de dólares, fue el evento individual más costoso del año para la industria.
Por otro lado, la frecuencia de eventos de menor escala, pero de alta repetición, continúa representando un desafío para el sector asegurador, especialmente en zonas urbanas densamente pobladas. La creciente exposición al cambio climático mantiene la presión sobre la capacidad de adaptación y modelado de riesgos por parte de las reaseguradoras.
Además, datos del tercer trimestre revelan que las catástrofes naturales generaron pérdidas aseguradas por 26.000 millones de dólares entre julio y septiembre, una cifra menor al promedio histórico trimestral, lo que sugiere un alivio temporal para el sector, aunque sin descartar futuros repuntes.
