La contratación de pólizas privadas vuelve a colocar a la FGR en el centro de la discusión pública, ya que los beneficios otorgados en años recientes superan ampliamente los estándares habituales para instituciones sujetas a criterios de austeridad. La magnitud de las coberturas abre un análisis necesario sobre cómo se estructuran y financian los seguros institucionales de alto valor en México.
Los contratos incluyeron servicios reservados para pólizas premium del mercado corporativo, con acceso a hospitales privados, suites de hospitalización, cirugía especializada, ambulancia aérea y asistencia para actividades consideradas de riesgo extremo. Además, la extensión de beneficios a familiares multiplicó el costo del programa y elevó el perfil asegurado dentro de la institución.
FGR y el impacto de pólizas premium en el sector asegurador
Las pólizas operaron mediante aseguradoras como MetLife México, Seguros Atlas, Seguros Argos y Agroasemex, con sumas aseguradas que llegaron a veinte millones de pesos para personal de alto nivel. Los mandos medios registraron coberturas de entre tres y siete millones, con acceso a hospitales como Ángeles, Médica Sur o ABC. Estas características coinciden con productos del segmento más alto del mercado.
La estructura del programa incluyó protección ante accidentes vinculados con operativos y riesgos deportivos como tauromaquia, buceo o motociclismo, lo que incrementa significativamente el costo técnico de las pólizas.
Contratos y discrepancias frente a los criterios de austeridad
Los registros muestran erogaciones que rebasan mil millones de pesos entre 2023 y 2025, lo que contrasta con lineamientos internos de la propia FGR que prohibían seguros privados de gastos médicos mayores. Este desfase regulatorio abre cuestionamientos sobre supervisión, eficiencia presupuestaria y criterios de contratación, asuntos clave para un mercado que exige transparencia y disciplina financiera.
