El impacto del fraude en el sector asegurador argentino ha cobrado una nueva dimensión con el avance de la inteligencia artificial. Durante agosto de 2025, Córdoba fue sede del Foro Nacional del Seguro, donde expertos y representantes de compañías destacaron que el uso de tecnologías emergentes redefine tanto las amenazas como las herramientas de prevención.
Los especialistas coincidieron en que las organizaciones enfrentan un doble desafío. Por un lado, deben responder a esquemas de fraude cada vez más sofisticados, potenciados por la capacidad de la IA para falsificar documentos y generar identidades digitales. Por otro lado, estas mismas tecnologías se convierten en aliadas estratégicas para detectar patrones sospechosos y mitigar pérdidas.
Inteligencia artificial en la gestión del fraude
El encuentro en Córdoba puso en primer plano la necesidad de invertir en innovación. Los panelistas resaltaron que los algoritmos aplicados al análisis masivo de datos permiten identificar conductas anómalas en menor tiempo y con mayor precisión que los métodos tradicionales. De igual manera, la integración de modelos predictivos fortalece la capacidad de las aseguradoras para anticiparse a riesgos financieros y reputacionales.
En consecuencia, el debate giró hacia la construcción de marcos éticos y regulatorios que garanticen el uso responsable de estas tecnologías. La interacción entre aseguradoras, organismos de control y proveedores tecnológicos resulta esencial para definir estándares que protejan tanto a las empresas como a los asegurados.
Perspectivas del mercado asegurador
Los representantes empresariales subrayaron que el sector en Argentina no puede quedar rezagado frente a prácticas internacionales que ya integran la inteligencia artificial en procesos de suscripción, siniestros y servicio al cliente. Para seguir explorando, visita: innovación digital en seguros globales.
Como dato adicional, la Superintendencia de Seguros de la Nación informó que, en los últimos doce meses hasta julio de 2025, los reclamos vinculados a fraudes digitales crecieron un 18 %, lo que confirma la magnitud del desafío que enfrenta la industria.