Los contribuyentes en México enfrentarán un incremento significativo en el costo de los seguros a partir de 2026, como consecuencia directa de un ajuste fiscal que redefine la manera en que se calculan las deducciones personales. Esta medida afectará a millones de asegurados y pondrá presión tanto sobre el sector asegurador como sobre los hogares que dependen de estas coberturas.
El Servicio de Administración Tributaria (SAT) ya confirmó que el límite deducible anual para seguros de gastos médicos quedará sujeto a la Unidad de Medida y Actualización (UMA) y no al salario mínimo, como se había planteado anteriormente.
Esta distinción, aunque técnica, representa una pérdida de valor deducible, pues la UMA crece a un ritmo menor que el salario mínimo. De este modo, los asegurados podrán deducir una proporción menor de sus pagos, lo que reduce el incentivo fiscal para contratar o mantener pólizas.
Aumentos en seguros personales y médicos
La Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS) estima que este cambio podría traducirse en aumentos de hasta 20% en el costo neto para los consumidores, especialmente en productos como seguros médicos mayores y seguros de vida con componentes de ahorro. Este ajuste ya ha comenzado a generar reacciones tanto entre aseguradoras como agentes, quienes advierten sobre el riesgo de una posible reducción en la penetración del seguro en el país.
Además, el entorno inflacionario y el encarecimiento de servicios médicos empujan aún más los precios de las primas. La falta de un estímulo fiscal competitivo coloca a los seguros en desventaja frente a otros instrumentos de ahorro o protección patrimonial.
