Durante los primeros seis meses de 2025, los incendios se consolidaron como el principal riesgo dentro del seguro de daños en México. Las aseguradoras desembolsaron más de doce mil millones de pesos para cubrir este tipo de siniestros, lo que representa un incremento del 43 % respecto al mismo periodo del año anterior. Esta tendencia refleja una creciente exposición de los hogares mexicanos a incidentes que afectan su patrimonio y obliga a las familias a revisar sus coberturas de manera constante.
La Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS) reporta que el 43 % de los incendios asegurados ocurrieron en viviendas, consolidando a este riesgo como el más frecuente en los hogares. Del mismo modo, se observa un crecimiento acumulado de 157 % en pagos relacionados con incendios en los últimos dos años. Además, la directora general de AMIS, Norma Alicia Rosas, señaló que cambios en el estilo de vida pospandemia, como mayor permanencia en casa y uso intensivo de energía, han incrementado la probabilidad de este tipo de incidentes.
Seguros de daños y protección patrimonial en México
El seguro de daños sin incluir vehículos alcanzó pagos totales por veinticuatro mil millones de pesos en el primer semestre de 2025, donde los incendios representan la mitad del desembolso. Asimismo, eventos sísmicos y fenómenos naturales como huracanes y erupciones volcánicas se mantienen como riesgos relevantes, aunque con montos menores frente al impacto de los incendios.
En el ámbito sísmico, entre enero y junio de 2025, las aseguradoras otorgaron 276 millones de pesos en protección. Guerrero y Veracruz concentraron la mayoría de los siniestros en los últimos cinco años. Este patrón confirma que la conciencia sobre la protección patrimonial crece, aunque persisten brechas importantes en la cultura de aseguramiento en el país.
El primer semestre de 2025 evidencia que cada día las aseguradoras mexicanas destinaron alrededor de 33 millones de pesos para cubrir incendios, lo que resalta la necesidad de optimizar estrategias de prevención y cobertura ante riesgos recurrentes.
Mira también: Seguros: por qué un precio bajo puede salir caro