La crisis del moho tras desastres naturales ya impacta la salud pública

Moho tras desastres naturales en interiores de viviendas afectadas por humedad y daños estructurales.
La crisis del moho tras desastres naturales ya impacta la salud pública

Las inundaciones, huracanes e incendios no terminan cuando baja el nivel del agua o se limpia la superficie visible. En miles de hogares afectados por desastres naturales, especialmente en Estados Unidos, persiste una amenaza silenciosa que compromete la salud de las personas durante meses o incluso años.

El moho comienza a proliferar cuando las viviendas no se secan por completo tras un evento extremo. Bastan entre 24 y 48 horas de humedad persistente para que hongos microscópicos se instalen en paredes, techos, alfombras y sistemas de ventilación, muchas veces sin ser detectados de inmediato.

Diversos especialistas en salud ambiental advierten que una parte considerable del parque habitacional ya presentaba problemas de humedad antes de los desastres recientes. Esto agrava el riesgo tras tormentas, inundaciones y huracanes cada vez más frecuentes e intensos.

Riesgos sanitarios en viviendas dañadas

La exposición prolongada al moho está vinculada con alergias, irritación ocular, congestión nasal y afecciones cutáneas. En personas vulnerables, como niños, adultos mayores o pacientes con asma, los efectos pueden derivar en crisis respiratorias severas y enfermedades pulmonares más complejas.

El mayor desafío radica en que el moho suele crecer en zonas ocultas. Muchas familias continúan habitando sus viviendas sin saber que respiran esporas dañinas a diario, hasta que aparecen síntomas persistentes difíciles de diagnosticar.

La remediación adecuada implica procesos técnicos especializados y costos elevados. En comunidades con recursos limitados, esta situación prolonga la exposición y amplifica el impacto sanitario.

En noviembre, con nuevas temporadas de tormentas e inundaciones aún recientes, la proliferación de moho se perfila como un problema estructural de salud pública que va más allá de la emergencia inmediata. La atención médica, la reconstrucción y la prevención comienzan dentro del hogar.

La evidencia muestra que casi la mitad de las viviendas en Estados Unidos presentan humedad o moho en algún momento, un dato que dimensiona la magnitud del reto sanitario tras cada desastre natural.

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