Los procesos de separación en España han comenzado a incorporar una herramienta que promete transformar la manera en que las familias afrontan un divorcio: el seguro de divorcio. Este producto busca cubrir gastos derivados de una ruptura, que en muchos casos superan los 3.000 euros solo en honorarios legales, y que suelen generar tensiones financieras adicionales a las emocionales.
En los últimos meses, varias aseguradoras han anunciado programas piloto en diferentes comunidades autónomas. Estas pólizas incluyen desde cobertura de costes judiciales hasta servicios de mediación y asesoría psicológica, con el objetivo de disminuir el impacto económico y facilitar una transición ordenada. Además, ofrecen una alternativa a los préstamos personales que muchas parejas solicitan para afrontar los gastos iniciales.
Seguro de divorcio como herramienta financiera
El interés por el seguro de divorcio responde a una tendencia clara: en España se registraron más de 80.000 separaciones en 2024, de acuerdo con datos del Consejo General del Poder Judicial. Este volumen genera un mercado potencial en expansión, sobre todo en un contexto de mayor sensibilidad hacia la salud financiera de los hogares.
Los planes diseñados hasta ahora ofrecen coberturas con primas accesibles, en algunos casos inferiores a 30 euros mensuales. Del mismo modo, incorporan asistencia integral para asuntos de custodia y liquidación de bienes.
Por otro lado, el interés empresarial es evidente. Los despachos de abogados y corredurías trabajan de forma conjunta para estandarizar cláusulas, crear escalas de pago y garantizar que las pólizas se adapten a las particularidades de cada caso. También se estudia la posibilidad de incorporar este tipo de seguro como beneficio corporativo en planes de bienestar laboral.
Un dato relevante es que en agosto de 2025, la Asociación Empresarial del Seguro informó que el 12 % de las consultas recibidas sobre nuevos productos correspondió a pólizas vinculadas a divorcios, una cifra inédita en el sector.
