El mercado de salud en Perú exhibe un crecimiento sostenido, pero aún con fuertes contrastes en cobertura y accesibilidad. Mientras las clínicas privadas elevan sus tarifas y modernizan su oferta, la seguridad social y el sistema público continúan con problemas estructurales que limitan la atención a millones de ciudadanos.
La diferencia entre ambos sectores se refleja tanto en costos como en tiempos de espera. En el sistema privado, un plan básico de seguro de salud supera los 180 soles mensuales, cifra inalcanzable para gran parte de la población. En contraste, EsSalud y los hospitales del Ministerio de Salud ofrecen servicios con menor costo, aunque con saturación y retrasos significativos en consultas y procedimientos.
Seguro de salud y el reto de la cobertura integral
Las aseguradoras privadas concentran su oferta en las principales ciudades, lo que genera una brecha territorial evidente. Además, la cobertura de enfermedades de alta complejidad aún representa un desafío financiero para las familias. Por otro lado, el sistema público atiende al 60 %% de la población, pero con limitaciones de infraestructura y personal médico.
La expansión del seguro de salud en el país depende tanto de la capacidad de inversión privada como de la modernización del sector público.
Competencia y sostenibilidad en el sistema
Las proyecciones del mercado indican que, hacia finales de 2025, el gasto en salud privada en Perú crecerá un 8 %, impulsado por la demanda de seguros y la preferencia por atención rápida. Sin embargo, menos del 40 % de la población accede actualmente a un seguro privado, lo que refleja la magnitud de la brecha.
De acuerdo con cifras de agosto de 2025, los hospitales de EsSalud reportan un déficit cercano a los doce mil médicos especialistas, lo que condiciona la capacidad de respuesta en áreas críticas como oncología y cardiología.