El INEGI reportó más de 40 mil automóviles afectados por inundaciones en 2023, lo que evidencia un incremento constante en los siniestros derivados de fenómenos meteorológicos.
Estos eventos impactan directamente en el patrimonio de miles de familias mexicanas, obligando a revisar las pólizas vigentes para garantizar protección efectiva.
Las aseguradoras incluyen en sus planes de daños materiales la reparación o reposición de vehículos anegados, deslaves y derrumbes provocados por tormentas.
Cuando el gasto de arreglo excede cierto porcentaje del valor del automóvil, entra en vigor la cobertura de pérdida total. Conocer los alcances de cada póliza permite dimensionar la protección real frente a desastres naturales.
Exclusiones que sorprenden a los conductores
El sector establece límites claros: manejar en calles inundadas de forma intencional puede anular la indemnización. Del mismo modo, las modificaciones no registradas o el incumplimiento de mantenimiento básico dejan al usuario fuera de respaldo financiero. Estas restricciones refuerzan la necesidad de leer con cuidado las condiciones del contrato antes de firmar.
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Guardar el vehículo en zonas elevadas, evitar pasos a desnivel y notificar al seguro de inmediato son medidas que reducen pérdidas y aceleran el proceso de pago.
Documentar con fotografías y contar con reportes oficiales fortalece la solicitud del asegurado, incrementando la probabilidad de una resolución favorable.
Impacto en el sector asegurador
La AMIS informó que las indemnizaciones por lluvias severas alcanzan montos millonarios en una sola temporada, presionando reservas técnicas y generando ajustes en el cálculo de primas.
En ciudades como Monterrey y Guadalajara, donde se registran cada año avenidas desbordadas, los reclamos se duplican, reflejando una tendencia de riesgo que seguirá en aumento.
