A medida que se acercan los días festivos en Estados Unidos, los aeropuertos anticipan un volumen récord de pasajeros. Según proyecciones de Airlines for America, solo entre el 15 y el 26 de noviembre se esperan más de 29 millones de viajeros. En este contexto, los seguros de viaje se consolidan como una herramienta esencial para afrontar los imprevistos, particularmente los retrasos y cancelaciones de vuelos que, históricamente, aumentan en estas fechas.
La Administración de Seguridad en el Transporte (TSA, por sus siglas en inglés) informó que durante noviembre se superaron los 2.5 millones de pasajeros diarios. Este repunte de la movilidad, impulsado por el Día de Acción de Gracias, incrementa no solo la demanda aérea, sino también las probabilidades de disrupciones.
Una cobertura que reduce riesgos
Frente a esta realidad, las pólizas de seguros de viaje que incluyen compensaciones por cancelaciones, pérdida de conexiones o reembolsos por hospedajes no utilizados se vuelven clave para mitigar impactos financieros.
Del mismo modo, operadores como American Airlines y United han desarrollado herramientas para reprogramar vuelos en línea y ofrecer devoluciones parciales o totales. Sin embargo, estas soluciones dependen de las políticas específicas de cada aerolínea y no garantizan cobertura total. En cambio, un seguro de viaje adecuado sí puede cubrir desde traslados de emergencia hasta asistencia médica, sin necesidad de lidiar con restricciones comerciales.
Para maximizar la eficiencia del seguro contratado, se recomienda revisar en detalle las condiciones de la póliza, validar si incluye cancelaciones por causas meteorológicas o sanitarias y optar por opciones que integren atención 24/7. El costo promedio de estos seguros en Estados Unidos oscila entre 5% y 10% del valor total del viaje, pero representa una inversión proporcional al nivel de protección.
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